martes, 11 de octubre de 2016

¿Por qué lo llaman riesgo cuando lo que quieren decir es incertidumbre?

(iStock.com/Christian Mueller)

Conducir sin ver lo que tienes delante supone incrementar el riesgo. Quizá por esta asociación natural entre riesgo e incertidumbre, se utiliza más el concepto riesgo y se ignora la incertidumbre, lo que puede llevar a errores de juicio. ¿Cuál es la diferencia? ¿Qué peligros hay y cómo evitarlos?

Es verdad que conducir en la niebla incrementa el riesgo, pero el problema fundamental está en no ver lo que tienes delante, por lo que el riesgo que asumes es desconocido y podría ser inaceptable. Esto mismo te puede pasar en tu negocio.

El blackjack nos puede ayudar a entender lo que es riesgo. Las combinaciones de la baraja para conseguir 21 son perfectamente conocidas, así como las probabilidades de conseguir una combinación mejor que la banca de acuerdo a las reglas del juego. Esto permite a los jugadores experimentados tener una estrategia con una probabilidad precisa de ganar o perder, esto es riesgo.

Es evidente que el conocimiento perfecto de las combinaciones y sus probabilidades solo se da en situaciones artificiales, como en los juegos de azar. En la práctica trabajamos con un conocimiento imperfecto de los resultados que podemos esperar, esto es incertidumbre.

Una de las primeras lecciones que nos ofrece esta reflexión es que, aunque el riesgo se puede gestionar mediante herramientas matemáticas, estas no funcionan ante la incertidumbre. Para afrontar la incertidumbre usamos aproximaciones de la realidad, un ejemplo es el WACC (weighted average cost of capital). Esta herramienta permite asignar un coste de capital a cada proyecto de acuerdo al riesgo asumido, combinada con el DCF (discounted cash flow) te permitirá valorar si los retornos obtenidos son coherentes con el riesgo asumido. No te dejes impresionar, son solo modelos de la realidad que tienen que recurrir a suposiciones, es muy probable que dos expertos obtengan dos resultados diferentes a partir de los mismos datos y que cada uno sea capaz de defender el suyo con total autoridad. Los modelos no eliminan la incertidumbre, solo nos presentan un resultado posible en base a unas hipótesis.

De esta conclusión se extrae una segunda lección: la incertidumbre solo se puede reducir con conocimiento. Optimiza tu proceso de desarrollo de negocio para aprender. Los procesos de moda, como por ejemplo customer development, son metodologías para plantear y despejar hipótesis lo más rápido posible. Gestionan la incertidumbre al reconocer que hay cosas que no sabes, identificarlas y trabajar de forma ordenada para reducirla.

Finalmente, ¿qué hay en cuánto al futuro? Puesto que no sabes lo que va a pasar, no es posible reducir la incertidumbre acerca del futuro, por lo que ni siquiera lo intentes. Te propongo dos herramientas para gestionarlo:

1. Construye una narrativa de lo que crees que va a suceder. Una narrativa es básicamente una cadena de hipótesis que se suceden en el tiempo. Básate en evidencias que demuestren que esas hipótesis son razonables. A medida que pasa el tiempo, tus hipótesis se validarán, o no, utilízalas como hitos para corregir el rumbo de tu negocio.

2. Construye escenarios futuros. El método anterior se limita a imaginar un futuro posible, con los escenarios nos permitimos imaginar más de uno. ¿Existe algún evento o desarrollo futuro clave para tu negocio? ¿Te inquieta algo en particular? Utilízalo para desarrollar dos escenarios futuros opuestos, prepara una narrativa que explique como llegarías a cada uno de ellos.  ¿Existen otras combinaciones de factores clave que te permitan construir más escenarios? ¿Puede tu negocio sobrevivir en esos escenarios? ¿Qué señal te podría advertir a tiempo de un escenario hostil para tu negocio? No olvides que ante la incertidumbre las probabilidades no funcionan por sí solas, puedes hacerte un modelo en base a tu narrativa y otras hipótesis, pero es solo eso, un modelo, por lo que ten cuidado con obsesionarte con "un escenario más probable" que te haga ignorar otras posibilidades. Quizá debas elegir un escenario y concentrarte en él, pero hazlo con toda la intención, poniendo señales de alarma para mitigar las consecuencias a medida que la incertidumbre se va resolviendo.

En conclusión, las herramientas de gestión de riesgo tienen limitaciones en la práctica, aceptar la incertidumbre y construir una narrativa te ayudará a afrontar la complejidad en la que operas.


Lectura adicional sobre riesgo, incertidumbre y el uso de herramientas: