jueves, 4 de agosto de 2016

El valor de las ideas

(iStock.com/Ae11615)

¿Cuánto vale esa idea que has estado dando vueltas durante algún tiempo? La respuesta habitual es cero, y tiene mucho de cierto, pero déjame que razone contigo el por qué.

Una idea en nuestra cabeza solo tiene valor para nosotros, cuando la comunicamos, sea en una servilleta, patente o plan de negocio, entonces es apreciable por otros. ¿Cuánto hay que trabajar una idea para que adquiera valor para otro?

Existen mercados para ideas en diferentes grados de desarrollo (Innocentive, IdeaConnection,...), estas plataformas conectan inventores con empresas en busca de soluciones a problemas concretos. Además, algunas empresas tienen su propio programa de innovación abierta (Unilever, GSK,...). A cambio de resolver el problema, el inventor obtiene un premio (5.000$ - 50.000$).

Podrías desarrollar la idea un poco más y quizá convertirla en una invención que puedes proteger con una patente. Esto implica que eres capaz de describir una implementación real de tu idea. Tendrás que invertir algo de dinero en este proceso, pero al final tendrás un documento legal que define tu invención y que declara que es tuya. Existe un mercado de patentes, se pueden vender por mucho dinero, pero no es fácil. Necesitas un broker, abogado,... Un portfolio de patentes se vende por una media de 1,2M$ (2014 Patent Market Report). A fin de darle liquidez al mercado de patentes y evitar que los "troles" se hagan con ellas, algunas grandes empresas se han unido para lanzar un programa de compra de patentes (IP3AST), será interesante ver el efecto de esta iniciativa.

Finalmente, podrías convertir esa idea en un producto o servicio. ¿Cuánto vale una idea de negocio? En realidad, cero. Existen muy pocas ideas originales, puede que la tuya lo sea, pero lo más probable es que haya muchos equipos implementando esa misma idea ahora mismo. Por eso, lo que de verdad importa es la ejecución. Se dice que la idea es un multiplicador: una buena idea multiplica el resultado de la ejecución, pero no tiene valor en sí misma.

En conclusión, una idea en tu cabeza tiene poco o ningún valor, en la medida que la desarrolles, valides y encuentres alguien con interés adquirirá valor económico.