jueves, 28 de julio de 2016

¿Por qué no voy a firmar ese NDA?

(iStock.com/BernardaSv)

Una llamada inesperada, un placer saludarte y sí, estaré encantado de escuchar tu idea y ayudarte en lo que esté a mi alcance, pero no, no voy a firmar ese NDA (acuerdo de confidencialidad).

La respuesta inmediata suele ser un indignado "¿cómo protejo mi idea?" Vamos a ver, hay varias razones por las que no voy a firmar ese NDA:

1. Me has pedido ayuda u ofrecido contarme una idea, a cambio de escucharte y echarte una mano, tengo que asumir la carga de procesar un contrato... mmmm, no.

2. Uno de los parámetros más importantes del acuerdo es definir qué es lo que se protege. Una "idea" suele estar lejos de una definición precisa, un NDA en estas circunstancias sería muy amplio, por lo que podría entrar en conflicto con alguno de nuestros proyectos. No solo sería una pérdida de tiempo procesarlo, podría ser potencialmente dañino.

3. Pedir un NDA en este contexto es una señal de alarma: No te has asesorado bien o no has hecho tus deberes. La verdad es que no debería escribir esta entrada, tienes decenas de blogs tratando esta misma idea en más o menos los mismos términos (ver abajo). El que me pidas un NDA para una discusión preliminar... algo me dice que estoy perdiendo el tiempo.

4. La realidad es que podría firmar ese NDA y evitarme esta discusión, porque estos acuerdos te servirán de poco. ¿Qué harías si luego de contarme tu idea descubres que te la he jugado? "Juicios tengas y los ganes". No sería honesto firmar un contrato para darte un falso sentido de seguridad y que me cuentes tu idea. Prefiero empezar sobre una base de confianza, si no la hay, no puedo ayudarte.

Esto no significa que los acuerdos de confidencialidad no tengan utilidad. Son una herramienta básica de muchas negociaciones, pero se debe poder definir qué es lo que se considera confidencial y debe haber un interés mutuo, hasta que lleguemos a ese punto, no, no voy a firmar un NDA.

Si te parece bien, dejamos el valor de las ideas y su protección para otra conversación, mientras tanto encantado de escucharte y, si puedo, echarte una mano.

Un placer, como siempre, hasta la próxima.


Búsqueda rápida sobre esta entrada:

jueves, 21 de julio de 2016

Hey, esto es nuevo para mí


De vez en cuando recibo una llamada de alguien con una idea que quiere desarrollar, recibo algún proveedor, escucho el pitch de una empresa sobre su proyecto, aconsejo a una startup sobre alguna faceta en la que encuentra dificultades o ayudo a mis compañeros en Ikusi con algún problema de organización, estrategia o tecnología.

Algunas preguntas son recurrentes y mi idea es dedicar algunos artículos a ellas. Otras son interesantes y me gustaría compartir algunas reflexiones. Me encuentro con problemas desafiantes y seguramente no hay una sola respuesta correcta, me encantaría rebotar ideas contigo. También me gustaría comentar contigo las tendencias del mercado y tecnológicas que he encontrado interesantes. Vamos, que el menú va a ser variado.

Por supuesto tengo que cuidar la confidencialidad de la información que se me confía y respetar la privacidad de las partes envueltas, por lo que habrá ocasiones en las que no pueda dar detalles, tenga que recurrir a casos hipotéticos o incluso tomarme alguna libertad literaria para proteger a los inocentes. Lo importante es el mensaje, los actores e historias reales se mencionarán solo con autorización expresa, salvo que sea de dominio público.

Mi idea es publicar un artículo por semana, digamos los viernes. Si esto fuera de tu interés, puedes subscribirte para que llegue a tu correo (prometo no usarlo para ningún otro fin). También puedes seguirme en Twitter, donde publico regularmente enlaces y comentarios que, por el momento, no dan para un artículo.

Estaré encantado de leer tus comentarios y me comprometo a contestarte.

Por supuesto, las opiniones de este blog son solo mías y no representan a ninguna de las organizaciones con las que colaboro.

Gracias por la visita, espero nos encontremos otra vez.