jueves, 25 de agosto de 2016

Tesla vs. Marconi: ¿Por qué desarrollar tu negocio es más importante que patentarlo?

(Wikimedia Commons)

La invención de la telegrafía inalámbrica [1] ofrece un magnífico ejemplo de que desarrollar tu negocio es más importante que protegerlo con patentes.

En primer lugar, las ideas no ocurren en el vacío, se desarrollan en mayor o menor medida a partir de ideas anteriores. Este también fue el caso de la telegrafía inalámbrica.

En 1864 Maxwell presentó una teoría sobre el campo electromagnético y publicó su Tratado sobre Electricidad y Magnetismo en 1873. La existencia de ondas que se propagan a la velocidad de la luz quedó establecida, pero a Maxwell solo le interesaba el desarrollo teórico. En 1879 Hughes fue el primero en enviar y recibir pulsos electromagnéticos hasta 450 metros. Expertos de la época que atestiguaron sus experimentos lo desanimaron y se rehusó a escribir nada sobre el tema hasta no tener una explicación clara del fenómeno. En 1884 Edison patentó una lámpara incandescente que demostraba un efecto similar. En 1886 Hertz generó ondas electromagnéticas usando una bobina de inducción, documentó cuidadosamente sus experimentos y demostró que entendía el fenómeno. Ninguno de los tres grandes inventores creyó que este fenómeno tendría aplicación práctica [2].

En 1890 Tesla desarrolló la bobina que lleva su nombre (una mejora de la de Hertz) y Branly descubrió un detector mejor que el descrito por Hertz. En 1894 Lodge mejoró el receptor e hizo la primera demostración de radiar código Morse (por lo que ni Tesla ni Marconi, el honor de ser el inventor de la telegrafía inalámbrica debería ser de Lodge [2][3][4]). En 1895 Popov informó que había hecho una transmisión inalámbrica de 600 metros y en 1896 instaló el primer enlace inalámbrico en un barco. A pesar de que la aplicación era clara, ninguno de estos cuatro inventores se preocupó por comercializar el invento [2].

Marconi fue diferente. No fue un gran inventor, no aportó nada fundamentalmente nuevo, cualquiera podría haber hecho lo mismo... pero no lo hicieron. Marconi creyó en las posibilidades de la telegrafía inalámbrica y se puso a trabajar para hacerla funcionar. Presentó su patente en 1896 en UK y EEUU, incorporó Wireless Telegraph and Signal Co. y empezó a desarrollar su negocio [2].

Tesla fue un inventor visionario. Su sistema de transmisión de energía eléctrica usando corriente alterna es uno de los inventos que han transformado a la humanidad. Puede que este éxito y ser un visionario lo posicionaran para el fracaso. En lugar de una aplicación inmediata del fenómeno radioeléctrico con el que experimentaba, Tesla tuvo la visión de llevar energía inalámbrica a todo el mundo, algo que no se ha conseguido hasta el día de hoy. Marconi fue todo lo contrario, se enfocó en solucionar un problema práctico, su visión no iba más allá, hasta el punto de pasar por alto la posibilidad de transmitir voz.

Tesla confió en sus patentes, cuando llamaron su atención a los éxitos de Marconi, respondió: "Dejen que continúe, usa 17 de mis patentes." Marconi se concentró en el desarrollo agresivo de su negocio, dejando atrás a competidores más capaces y con más experiencia (por ejemplo, Braun cuyos desarrollos sentarían la base para Telefunken, empresa pionera de la radio) [2]. Aunque en una primera instancia la oficina de patentes americana le diera la razón a Tesla, en 1904 cambió de opinión, quizá gracias a la influencia de Edison y Andrew Carnegie, inversores en la empresa de Marconi [5]. Tesla dedicó los últimos años de su vida a una batalla legal con Marconi, pero este tenía los recursos de una corporación, mientras que Tesla estaba en una precaria situación financiera. En 1909 Marconi recibió el premio Nobel de física "en reconocimiento de su contribución al desarrollo de la telegrafía inalámbrica" (compartió el premio con Braun) [6].

Algunas lecciones:

1. Las patentes son una herramienta valiosa, pero lo que de verdad te protegerá es ser más rápido que tu competencia.
2. Si crees que una idea se te ha ocurrido solo a ti, casi con toda seguridad, te equivocas.
3. No hace falta ser un genio (Braun) visionario (Tesla), de hecho puede ser un estorbo (Tesla), lo que necesitas es la determinación para llevar a la práctica una idea cuyo tiempo ha llegado. Ese fue el mérito de Marconi.


Referencias:
[1] Gracias a Luciano Lavado por llamar mi atención a este caso histórico.
[2] Smil, V. (2005), "Creating the 20th century: Technical innovations of 1867-1914 and their lasting impact." Nueva York: Oxford University Press.
[3] Next: "Edison no robó a Tesla, eso es distorsionar la historia"
[4] OPEN Communication: Tesla invented radio, not Marconi!
[5] PBS: Who Invented Radio?
[6] Nobel Prize: The Nobel Prize in Physics 1909

viernes, 19 de agosto de 2016

¿Por qué una patente es como un letrero de cuidado con el perro?

(iStock.com/StephM2506)

Una patente es como un letrero de cuidado con el perro: define los límites de tu propiedad y advierte de consecuencias en caso de entrar sin permiso.

¿Por qué deberías plantearte una patente?

1. Es un documento legal que establece la prioridad (fecha) y alcance de tu invención. Esto te será muy útil para defenderte en caso de que alguien te ataque.

2. Tu competencia tendrá que pensar antes de copiarte. Bueno, admitámoslo, al principio no te podrás permitir un "perro" muy grande, pero al menos tienes un instrumento con el que incomodar a tu competencia, si te mueves rápido puede ser suficiente para mantener tu ventaja.

3. Eleva el valor de tu empresa. Aquí te dejo un vínculo a un estudio sobre el valor que inversores y posibles compradores de tu empresa asignan a las patentes.

Como ves, debes considerar seriamente patentar. Una advertencia: una patente es una mezcla de lenguaje técnico y legal difícil de dominar, necesitas un agente de patentes experto, si además tiene experiencia en empresas de tu tamaño y sector, ganas puntos extra.

¿Qué deberías patentar? Un letrero de cuidado con el perro puede ser muy barato, pero si empiezas a sumar el tipo y tamaño de la valla que pondrás, la raza del perro, su alimentación, veterinario,... Una patente puede ser algo muy sencillo o extraordinariamente complejo y amplio, tendrás que encontrar el equilibrio. No tiene sentido patentarlo todo, es caro y toma tiempo. Céntrate en aquello que te diferencia de tu competencia, protege tu ventaja competitiva. Tu agente te ayudará a construir tu cartera de patentes, al principio tus recursos limitarán lo que puedas proteger, más adelante tendrás que tener en cuenta las previsiones de ingresos de tu invención por mercado.

Un último aspecto crítico de las patentes es la gestión de los tiempos:

1. Puedes patentar demasiado pronto. ¿Estás seguro que esa invención en particular tiene verdadero valor para tu negocio? Si no hay "perro" o nada que proteger, no tires el dinero.

2. Un requisito para poder patentar una invención es la novedad, por lo que tienes que tener cuidado con lo que publicas antes de presentar la solicitud de patente.

3. Una vez presentada la solicitud empiezan a correr plazos para que tu solicitud de patente sea pública (empiezas a dar pistas a tu competencia) y para que debas decidir a qué países extender tu patente (unos 2.000 - 3.000€ por país), por lo que quizá quieras esperar a que tu negocio pueda empezar para poder tener información suficiente al acercarse el final de los plazos. Normalmente tienes un año para ello. Aunque será algo más caro y exigente, una solicitud PCT te concede 30 meses de plazo, podría merecer la pena darte más tiempo.

En conclusión, una patente puede ser una poderosa herramienta, debe estar alineada con tu estrategia y ¡cuidado con los tiempos!


Algunas referencias que podrían ser de tu interés:

viernes, 12 de agosto de 2016

¿Cómo protejo mi idea?

(iStock.com/jesadaphorn)

Los emprendedores suelen tener temor de que les copien su idea, por lo que se resisten a comentarla con otros. Hay quien demanda un NDA antes de tener una conversación (aquí encontrarás mi opinión sobre esto). Esta manera de pensar te aísla y eso es malo. Nada como rebotar ideas con gente que tenga una perspectiva diferente a la tuya, te resultará muy enriquecedor. Tranquilo, nadie te va a copiar hasta que demuestres que funciona. Esa es la razón por la que ejecutar rápido es tu mejor protección.

Otro error suele ser idealizar la protección que una patente te puede ofrecer (ver caso Tesla vs. Marconi). No me malinterpretes, una patente puede ser un buen instrumento, pero no lo es en todos los casos y puede no serlo para ti. Pregúntate: ¿En realidad quieres emplear tu escaso tiempo y dinero en largos pleitos con resultado incierto? La realidad es que a medida que desarrolles tu negocio encontrarás mejores maneras de hacer las cosas. Que copien tus ideas viejas, tú innova más rápido y déjalos atrás. Esa es tu mejor defensa. Lo cual no significa que no debas patentar, si te parece bien, lo comentamos más adelante.

Finalmente, no olvides que es el mercado el que decidirá quién gana. Ejecutar más rápido te permitirá aprender del mercado, entender sus necesidades y establecer una relación con él antes que tu competencia.

En conclusión, tu mejor protección es ejecutar rápido, más rápido que tu competencia. Como empresa pequeña, tu gran ventaja es la agilidad, ¡úsala!


Enlaces de interés:

jueves, 4 de agosto de 2016

El valor de las ideas

(iStock.com/Ae11615)

¿Cuánto vale esa idea que has estado dando vueltas durante algún tiempo? La respuesta habitual es cero, y tiene mucho de cierto, pero déjame que razone contigo el por qué.

Una idea en nuestra cabeza solo tiene valor para nosotros, cuando la comunicamos, sea en una servilleta, patente o plan de negocio, entonces es apreciable por otros. ¿Cuánto hay que trabajar una idea para que adquiera valor para otro?

Existen mercados para ideas en diferentes grados de desarrollo (Innocentive, IdeaConnection,...), estas plataformas conectan inventores con empresas en busca de soluciones a problemas concretos. Además, algunas empresas tienen su propio programa de innovación abierta (Unilever, GSK,...). A cambio de resolver el problema, el inventor obtiene un premio (5.000$ - 50.000$).

Podrías desarrollar la idea un poco más y quizá convertirla en una invención que puedes proteger con una patente. Esto implica que eres capaz de describir una implementación real de tu idea. Tendrás que invertir algo de dinero en este proceso, pero al final tendrás un documento legal que define tu invención y que declara que es tuya. Existe un mercado de patentes, se pueden vender por mucho dinero, pero no es fácil. Necesitas un broker, abogado,... Un portfolio de patentes se vende por una media de 1,2M$ (2014 Patent Market Report). A fin de darle liquidez al mercado de patentes y evitar que los "troles" se hagan con ellas, algunas grandes empresas se han unido para lanzar un programa de compra de patentes (IP3AST), será interesante ver el efecto de esta iniciativa.

Finalmente, podrías convertir esa idea en un producto o servicio. ¿Cuánto vale una idea de negocio? En realidad, cero. Existen muy pocas ideas originales, puede que la tuya lo sea, pero lo más probable es que haya muchos equipos implementando esa misma idea ahora mismo. Por eso, lo que de verdad importa es la ejecución. Se dice que la idea es un multiplicador: una buena idea multiplica el resultado de la ejecución, pero no tiene valor en sí misma.

En conclusión, una idea en tu cabeza tiene poco o ningún valor, en la medida que la desarrolles, valides y encuentres alguien con interés adquirirá valor económico.